El arte de establecer límites: Disciplina Positiva para niños pequeños

La crianza de los hijos es una de las tareas más gratificantes y desafiantes de la vida. A medida que nuestros pequeños exploran el mundo y ponen a prueba los límites, los padres nos enfrentamos a la pregunta de cómo guiarlos de manera efectiva y, sobre todo, afectiva. 

¿Cómo podemos enseñarles a comportarse de manera apropiada, desarrollar valores como la responsabilidad y fomentar su autoestima? La disciplina positiva ofrece un camino respetuoso y efectivo para lograr estos objetivos. 

El día de hoy exploraremos los principios de la disciplina positiva, ofreceremos consejos prácticos para su implementación y analizaremos cómo este enfoque se diferencia de otros estilos de crianza.

¿Qué es la Disciplina Positiva?

La disciplina positiva es un enfoque de crianza que se centra en enseñar habilidades para la vida a los niños, en lugar de simplemente castigarlos por su mal comportamiento. Se basa en el respeto mutuo, la comunicación abierta y la comprensión del desarrollo infantil. La disciplina positiva busca guiar a los niños, no controlarlos, fomentando la responsabilidad, la colaboración y la autoestima.

Principios clave de la Disciplina Positiva:

  • Conexión antes que corrección: La disciplina positiva prioriza la relación entre padres e hijos. Antes de abordar el comportamiento, es fundamental asegurarse de que el niño se sienta conectado, amado y comprendido.
  • Respeto mutuo: La disciplina positiva se basa en el respeto tanto para el niño como para el adulto. Se evita la humillación, el castigo físico y otras formas de disciplina que degraden al niño.
  • Enfoque a largo plazo: La disciplina positiva tiene como objetivo enseñar habilidades para la vida que beneficiarán a tu niño a largo plazo, como lo son la responsabilidad, la resolución de problemas y la autorregulación.
  • Entender el desarrollo infantil: En la disciplina positiva se reconoce que los niños pequeños están en proceso de desarrollo y que su comportamiento está influenciado por su edad y etapa de desarrollo. No es él, es su cerebro que aún no termina de madurar.
  • Enseña habilidades para la vida: La disciplina positiva se centra en enseñar habilidades como la empatía, la comunicación, la cooperación y la resolución de problemas.

Consejos prácticos para implementar la Disciplina Positiva:

  • Entiende los principios de la Disciplina Positiva:
    • Familiarízate con sus principios básicos: respeto mutuo, conexión, enfoque a largo plazo, etc.
    • Comprende las necesidades de desarrollo de tu hijo según su edad.
  • Comunica expectativas claras y consistentes:
    • Establece reglas y límites claros y sencillos que tu hijo pueda entender.
    • Sé consistente en la aplicación de las reglas.
    • Utiliza un lenguaje positivo y claro al comunicar las expectativas. El cerebro de los niños no entiende el "no", así que evita utilizarlo.
  • Utiliza consecuencias lógicas y relacionadas con el comportamiento:
    • En lugar de castigos arbitrarios, utiliza consecuencias que estén relacionadas con el comportamiento del niño.
    • Las consecuencias deben ser respetuosas, razonables y relevantes.
    • Ejemplo: Si un niño tira la comida al suelo, la consecuencia lógica podría ser que ayude a limpiar.
  • Fomenta la colaboración y la resolución de problemas en familia:
    • Involucra a los niños en la creación de reglas y soluciones.
    • Fomenta la comunicación abierta y la escucha activa.
    • Enseña habilidades de resolución de problemas, como identificar el problema, generar soluciones y evaluar las opciones.
  • Evita el castigo físico y las humillaciones:
    • El castigo físico y las humillaciones son contraproducentes y pueden tener efectos negativos a largo plazo en el desarrollo del niño.
    • Enfócate en la enseñanza y la guía, en lugar del castigo.

Los estilos de crianza y su impacto:

Es importante comprender cómo la disciplina positiva se diferencia de otros estilos de crianza y cómo estos estilos pueden influir en el desarrollo de los niños.

  • Estilo autoritario:
    • Se caracteriza por altos niveles de control y bajas muestras de afecto.
    • Los padres autoritarios establecen reglas estrictas y esperan obediencia sin cuestionamientos.
    • Este estilo de crianza puede generar niños obedientes pero con baja autoestima, ansiedad y dependencia.
  • Estilo permisivo:
    • Se caracteriza por bajos niveles de control y altas muestras de afecto.
    • Los padres permisivos son indulgentes y evitan establecer límites o hacer cumplir las reglas.
    • Este estilo de crianza puede generar niños impulsivos, con dificultades para seguir reglas y con problemas de autorregulación.
  • Estilo negligente:
    • Se caracteriza por bajos niveles de control y bajas muestras de afecto.
    • Los padres negligentes están desinteresados y no se involucran en la crianza de sus hijos.
    • Este estilo de crianza puede generar niños con baja autoestima, problemas de conducta, dificultades académicas y problemas emocionales.
  • Estilo autoritativo (Disciplina Positiva):
    • Se caracteriza por altos niveles de control y altas muestras de afecto.
    • Los padres autoritativos establecen límites claros pero también son cálidos, receptivos y respetuosos.
    • Este estilo de crianza generalmente se asocia con niños con alta autoestima, buenas habilidades sociales, autocontrol y éxito académico.


La disciplina positiva se alinea con varias teorías psicológicas:

  • Teoría del apego (Bowlby): Un enfoque de crianza que prioriza la conexión y el afecto ayuda a construir un apego seguro, el cual es fundamental para el desarrollo emocional y social del niño.
  • Teoría del aprendizaje social (Bandura): Los padres que modelan comportamientos positivos y utilizan la disciplina positiva están enseñando a sus hijos habilidades para la vida a través de la observación y la imitación.



La disciplina positiva ofrece un camino de crianza que nutre el desarrollo integral de los niños. Al enfocarnos en la conexión, el respeto y la enseñanza de habilidades, podemos guiar a nuestros hijos de manera efectiva, fomentando su autoestima, su responsabilidad y su capacidad para prosperar en el mundo. Al elegir la disciplina positiva, estamos invirtiendo en el futuro de nuestros hijos, construyendo una base sólida para su bienestar emocional, social y cognitivo.

  • Referencias:
    • American Academy of Pediatrics. (s.f.). Healthy Children.  https://www.healthychildren.org/
    • MONETA C, MARÍA EUGENIA. (2014). Apego y pérdida: redescubriendo a John Bowlby. Revista chilena de pediatría, 85(3), 265-268. https://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062014000300001
    • Pacual Lacal, P. L. (2009). Teorías de Bandura aplicadas al aprendizaje
    • Fuentes, María C.; García, Fernando; Gracia, Enrique; Alarcón, Antonio Los estilos parentales de socialización y el ajuste psicológico. Un estudio con adolescentes españoles. Revista de Psicodidáctica, vol. 20, núm. 1, enero-junio, 2015, pp. 117-138 Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea. Vitoria-Gazteis, España



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